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Soñando con una especie de Trinidad

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     Anoche soñé que estaba peleada con una amiga imaginaria (En el sueño no era imaginaria, era real, pero en la vida real es imaginaria puesto que no es realmente mi amiga). La amiga "imaginaria" parecía estar inspirada en Rosemary Reed , la protagonista del videojuego Remothered: Tomented Fathers , que a su vez se parece a Jodie Foster , sobre todo en El silencio de los corderos ; pero ante todo, creo que estaba inspirada en la joven Assumpta Serna , con la estética ochentera que luce en la película Matador . A decir verdad los tres personajes tienen una presencia y una estética similar.      Estaba enfadada con ella porque era la típica amiga desapegada que no te dedica mucho tiempo hasta que te enfadas, entonces, movida por la culpabilidad, te presta atención, pero vuelve a desaparecer cuando retomas tu buen humor. Alejaos de la gente así, no os conviene estar con alguien si para ello tenéis que mantener un ánimo malhumorado. El caso es que yo tenía que ir a una agencia

¿Bailando con lobos? No, yo bailo con mi gato gigante

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Sueño con un clon de Michelle Feiffer y su hija (del clon) impertinente

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    Hoy la cosa va de rubias. O mejor dicho, ayer la cosa iba de rubias. Ayer soñé que iba con unos amigos paseando en bicicleta, por el barrio de mi infancia, y en cierto momento pasábamos por una zona estrecha, que estaba en un sitio alto. Esa zona estrecha quedaba delimitada por una bici o bicis aparcadas y "el precipicio " porque era un lugar elevado como un escenario. Primero pasó mi amigo, que era quizá mi primo Guillermo de pequeño, y luego pasé yo, y cuando estaba apunto de "terminar de pasar", cuando la rueda delantera de mi bici ya asomaba, una niña impertinente que iba con su amiga, y que tenía una larga coleta rubia, hacía el amago de pasar, prácticamente atropellándome, como si yo no estuviera. Intentó empujarme con su simple pedaleo, quitarme de allí a la fuerza, hacerme retroceder. Sin embargo yo pensé Que te lo has creído niña repelente (o algo por el estilo, y con mi mayor tamaño y fuerza empujaba mi bici arrastrándola a ella y haciéndola retrocede

La anécdota del teleférico y los cristales rotos

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     Anoche tuve un sueño de apenas unos segundos. Unas sillas de un teleférico se acercaban a una zona de "estacionamiento" de las mismas. Y justo cuando éstas llegaron al lugar "¡PLASH!", oí como si una bombilla explotara, eso sí, una bombilla enorme. Lo primero que hice fue asustarme y pensar que quizá alguien quería robar y rompió el cristal del portón, para poder meter la mano y usando la manivela abrir. Enseguida otro ruído, como si alguien manipulase cristales, que parecía proceder del patio común de vecinos. Pude apreciar por una ventana abierta que un hombre parecía recoger dichos cristales y echarlos en una bolsa. Y es que desde mi ventana se ven las ventanas de otros edificios, muy al estilo de La ventana indiscreta , y sacan mi lado más cotilla. Me tranquilizó pensar que no estaba siendo víctima de un robo y me volví a dormir.      Lo que me extraña es como mi sueño, de alguna forma, se sincronizó con ese ruido. Creo recordar que antes de ver las sillas

El futuro es ahora

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Le consolaba pensar que si las cosas se ponían muy mal siempre podría suicidarse ¿Para qué preocuparse todo el rato de lo que podría llegar a pasar? Pensamos que seremos felices cuando consigamos tal o cual objetivo y cuando éste llega esa "felicidad" dura el tiempo que dura la sorpresa, el sentimiento de subidón, el enamoramiento del principio, para después volver a caer en ese estado un tanto depresivo o ansioso. No sería mejor tratar de ser feliz en todo momento, estén como estén las cosas, y así te asegurarás de estar bien entrenada para ser feliz en cualquier situación. Quizá sea más rentable aprender a ser feliz bajo toda circunstancia que tratar de controlarlo todo para conseguir esa fugaz sensación de plenitud. Eso es estar "chetada" y lo demás es tontería, eso es estar preparada. Además ¿quién es capaz de tenerlo todo controlado? Si existe, Dios, y ya está. Sufrimos y nos preocupamos por el futuro porque, si algo sale mal después, nos sentiremos menos culpa

La crisis existencial es mi estilo de vida

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     La Crisis existencial es mi estilo de vida, mi constancia es la inconstancia, la indecisión es mi decisión. El ir y volver es mi sino. La luz y la oscuridad, contrapuestas como en el ying yang, son mi día a día. Hacer planes que no cumpliré, intentar ser constante como el río, pero el río no es nada constante , como diría Pocahontas . Al menos me consuela ser un poco como ella.             Lo malo es que yo no suelo ser tan atrevida como ella y a menudo acostumbro a ser "paradita" y observadora. Ser observadora no es malo, pero a los "paraditos" nos vendría bien un empujón de vez en cuando. Lo malo es que al no estar enfocados porque no sabemos dónde enfocarnos es posible justo en el momento del empujón nos pillase mirando curiosamente hacia un acantilado. A lo mejor necesitamos una vida más espiritual y menos preocupada por la productividad y el dinero. A lo mejor me vendría bien viajar, si rumbo, sin planes... pero igual de vez en cuando caería en la insigni

Nuestra dictadura es el trabajo

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Puede que no tengamos una dictadura como en China (cuyo funcionamiento desconozco), o como en Corea del Norte o Turkmenistán. Nuestra dictadura disfrazada de libertad es el trabajo. Se me ha ocurrido escribir en google La dictadura es el trabajo , o trabajo dictadura a secas, no recuerdo bien, y he encontrado este link.   Se trata de una de las obras de Santiago Sierra , por lo visto un artista y performer que critica al capitalismo. Y yo me río de la gente que dice que el capitalismo es el sistema de la libertad ¿Es acaso es más libre que hemos conocido? ¿Éramos más libres cuando vivíamos al "estilo salvaje"? ¿Merece la pena vivir tantos años si gran parte de esta vida la pasamos trabajando? ¿Sería preferible vivir una vida corta pero plena, intensa, y coherente? Esto me recuerda a un cuento que aparece en uno de los libros de Jorge Bucay , que ya comencé a leer a mis 14 años, gracias a que mi profesora de Naturales de aquel entonces me regaló ese libro al final de curso, y